Todo sobre mi madre.

Después de un largo día de trabajo clavado en la cruz, quiero llegar a casa lo antes posible, antes de que me agarre San Pedro para contarme sobre sobre los maravillosos culos que vio, y las señoritas que dejaba pasar por una mamada. Así que después de correr unos kilómetros, llego a casa, abro la puerta, y me encuentro a mi madre desnuda en el piso, con un montón de palomas encima de ella.

-Pero madre! que haces en mi casa en pelotas, y con todas esas palomas!
-Ay! no te pongas así mijito! vos sabes muy bien que yo soy una mujer necesitada sexualmente, ya que tu padre me dejo hace mucho tiempo...
-Pero de que carajo hablas? Si vas a tener una relación, hacelo con una persona! Aparte, esas palomas ni siquiera te están dando satisfacción sexual, te están picoteando toda.
-Y si...estas palomas son tan inocentes como tu padre cuando lo conocí. El era una palomita virgen, pero después le ensene bien, y te tuvimos a vos, hijo mio.
-No necesito saber eso! por Dios! Mejor ponete ropa, y te vas con todas esas palomas al motel en el que vivís.
-Me echaron de ahí, por eso vine a tu casa, y como me excité tanto mientras lloraba en la placita, que conocí a todos estos caballeros que estas viendo.
-Son palomas mama, palomas...
-Vos siempre quitándole el gusto a las cosas. Dejame quedarme en tu casa hasta que consiga algo. Solo un poquito. Andale di que si Jesús, di que si, di que si, siiiiiiiii?
-Bueno, pero solo unos días. Ya que estas, preparame algo de comer, que tengo hambre.
-Queres que te prepare ese pan bendito que tanto te gusta? con lo caliente que estoy, si queres te lo remojo.
-Madre, que chancha que sos...pero ya que estamos...